Echar de menos es tomarte un café y que te de igual coger o no el cambio. Dejar que el mismo semáforo se ponga en rojo dos veces seguidas. Que alguien repita tu nombre varias veces hasta que te decides a girar la cabeza y detener el paso. Releer los mismos mensajes una y otra vez. Ponerte a llorar mientras otra ella te acaricia y te dice aquello que ella te susurraba al oído tiernamente. Es convertir una clase de dos horas en una de ciento veinte minutos. Dar paseos infinitos. Echar de menos se convierte casi siempre en pensar de más..
Morante
martes, 3 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
me encanta! genial el blog ;)
ResponderEliminarde que texto es este fragmento? gracias.
ResponderEliminar